El PNUD impulsa la protección del caribe hondureño

8 de Junio de 2021

Foto: Ian Drysdale, Go Blue Bay Islands

Hondura tiene una Zona Marina Económica Exclusiva de 226,955 km2. La costa caribeña de Honduras, la cual forma parte del Gran Ecosistema Marino del Caribe, tiene aproximadamente 650km de largo e incluye el segundo Sistema de arrecifes de coral más grande del mundo. Sus aguas cuentan con una importante biodiversidad, registrando a la fecha 194 especies de peces y 573 especies conocidas de invertebrados y urocordados.  

 

Una zona cuyos recursos son muy atractivos para la industria pesquera

En lugares como Omoa, la Bahía de Tela y el Parque Nacional Cuero y Salado, la pesca es realizada principalmente por pescadores artesanales ladinos en botes pequeños.


Pequeño barco de pescadores en La Mosquitia hondureña

Tomando en consideración este contexto económico complejo y las múltiples amenazas a las que se enfrenta el litoral caribeño hondureño, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoyó al Proyecto Marino Costero (PMC), financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), para promover la conservación de la biodiversidad a través de la expansión de la cobertura efectiva en áreas marinas y costeras protegidas en Honduras. El proyecto, centrado en el Caribe de Honduras, representa más del 80% de la longitud total del litoral hondureño, contribuyó a los objetivos de acuerdos internacionales como la Convención sobre Biodiversidad Biológica.

Una zona con mayor protección y sostenibilidad

El PMC generó entre 2014 y el 2019, impactos positivos en diversos ámbitos, entre estos, la extensión de las áreas protegidas del litoral. También se generó un avance importante al sentar las bases para el establecimiento de un área exclusiva para la pesca artesanal en la Mosquitia, se contribuyó a que el Refugio de Vida Silvestre Marino Bahía de Tela de 882,259 hectares fuera finalmente declarado como una nueva área protegida, a través de la aprobación del Congreso Nacional de la República.

Por último, el PMC promovió una mejor conservación de la biodiversidad marina y costera, generando un protocolo para hacer de la pesca artesanal un indicador de biodiversidad. Adicionalmente, se generaron instrumentos de gestión y capacidades fundamentales para la construcción de la resiliencia marino-costera, sentando las bases de La política de humedales y espacios marinos y costeros.


Foto: Misión de observación de la biodiversidad en el caribe hondureño

 

Ecosistemas costeros y marinos: medios de vida, bienestar y desarrollo

El Caribe presenta una importante variedad de ecosistemas, entre estos, el sistema arrecifal, estuarios, manglares, playas y lagunas costeras. Estos ecosistemas son hábitat de una vasta biodiversidad de significativa importancia. El calale o snapper son por ejemplo especies de importancia económica. También son hábitat de especies de importancia ecológica como el pez loro, tortugas marinas, manatí o cocodrilos.

Estas especies y ecosistemas constituyen importantes medios de vida que generan ingresos a través del turismo de playa y arrecife y de las actividades pesqueras de camarón, escama, langosta, caracol, pepino de mar y medusas, actividades que contribuyen al Producto Interior Bruto de Honduras, a las dinámicas económicas locales y al alivio de la pobreza, a través de la generación de más de 50 mil empleos del sector artesanal e industrial.

Para que estos ecosistemas y los servicios que prestan sean sostenibles, es necesario instaurar políticas, medidas de ordenamiento, investigación, control y vigilancia; en este sentido el Proyecto Marino Costero contribuyó generando un marco de gobernanza del sector pesquero a través del apoyo a la formulación de la Ley de Pesca, al fortalecimiento de las capacidades nacionales generando competencias gerenciales y técnicas para el manejo de las pesquerías, al igual que fortaleciendo las capacidades locales, especialmente de los pescadores artesanales, creando estructuras organizativas locales y plataformas y redes de pescadores que ahora coordinan y trabajan para asegurar la sostenibilidad de sus medios de vida.


Foto: Capacitación a la población local sobre la importancia de los ecosistemas del Caribe hondureño

También contribuyó en la mejora de la sostenibilidad de los recursos costeros y marinos, fortaleciendo las competencias y capacidades para la gestión y manejo de las Areas Marinas Protegidas, de manera particular, contribuyendo a la ampliación de la cobertura protegida de la Bahía de Tela, a la dotación de instrumentos de gestión como el Plan de Manejo de la Bahía de Tela y la identificación del estado del ecosistema arrecifal en Honduras en la perspectiva de promover la toma de decisiones para el efectivo manejo y sostenibilidad del ecosistema.

En el PNUD, estamos comprometidos para proteger la biodiversidad y promover un desarrollo sostenible respetuoso de las condiciones laborales de las y los trabajadores.