De pastizales a cafetales, aprovechamiento sostenible de los suelos

7 de Septiembre de 2018

 

Café cultivado en Dulce Nombre de Culmí, Olancho

 

“Cuando las comunidades disfrutan de ingresos y negocios, ahí, se construye la esperanza y nace una relación a largo plazo para la conservación de los recursos naturales”-Hugo Galeano, coordinador nacional del Programa de Pequeñas Donaciones

La pérdida y degradación de suelos y la mala administración de los recursos biológicos naturales pueden tener consecuencias fatales como la extinción de especies, deforestación, intensificación del cambio climático, pérdida de agua dulce y el abandono de tierras que genera migración.

Dulce Nombre de Culmí, Olancho

En 1980, la UNESCO declaró la Biósfera del Río Plátano como Patrimonio de la Humanidad, volviéndose la mayor área protegida de Honduras. Esta es la reserva biológica de recursos culturales y naturales más grande de Honduras y la que posee mayor riqueza ecológica, ambiental y natural de Mesoamérica. Tiene una extensión territorial de 525,000 hectáreas (confirmar cifra) y es el hogar de un alto valor biológico como tapir, el águila harpía, el jaguar y la guacamaya, que son algunas de sus especies emblemáticas.

En la zona sur de la Biósfera del Río Plátano, se ubica el municipio de Dulce Nombre de Culmí, en el departamento de Olancho. Este municipio, al igual que otros circunvecinos, funciona como zona amortiguadora, que absorbe las perturbaciones causadas por la actividad humana en la Biósfera del Río Plátano. Al igual que esta reserva natural, las zonas denominadas “amortiguadoras”, también tienen el reto de conservar y mantener su patrimonio natural. La conservación de su biodiversidad y conservación de los suelos y sus valores culturales, es uno de los desafíos.

Cuidar la biodiversidad los suelos usando sistemas agroforestales

Los sistemas agroforestales son una opción sostenible para la conservación de la biodiversidad, recuperación de los suelos degradados y reincorporarlos a la producción agrícola y ganadera. Combinan siembra de cultivos permanentes y árboles maderables.

En el marco del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), en siete comunidades de Dulce Nombre de Culmí, se implementó el uso de los sistemas agroforestales en 376 manzanas de tierra, en las que se sembró la planta de café. De estas, 40% eran pastizales que alimentaban ganado, ahora son áreas con mayor cobertura vegetal, en consecuencia, con mayor biodiversidad.

Maximiliano Guzmán, un productor de café de la zona, comparte su experiencia de lo que aprendió a través de PPD, “es más rentable una manzana de café, que una manzana de pasto”. Como mínimo los ingresos por manzana se han incrementado en 140% ahor que allí se siembra café: ha pasado de unos 25vmil lempiras a 60 mil lempiras por manzana, ahora que el café tiene buen precio.

Los beneficios de los sistemas agroforestales se ven reflejados en la economía de la comunidad, pues los frutos de los cultivos son sustento para las comunidades, a la vez, apoyan la conservación de la biodiversidad y de los suelos. Como resultado, las primeras dos cosechas de café registraron ingresos superiores a los 33 millones de lempiras para las comunidades de este municipio.

Estos cambios positivos en Dulce Nombre de Culmí apoyan el cumplimiento de los ODS 1, 12, 13 y 15 de la Agenda 2030.

Más sobre el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD):

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) junto con Mi Ambiente y bajo financiamiento del Fondo Global para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), implementan el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) cuyo objetivo primordial es la conservación de la biodiversidad, acción contra el cambio climático, la degradación de la tierra, los contaminantes orgánicos persistentes y la protección de aguas internacionales. En 17 años, el PPD ha invertido L.268,000.00 (aprox. 6.8 millones de dólares) en 232 proyectos que han generado ingresos para las comunidades arriba de los L. 100 millones.

Los resultados del PPD se ven reflejados en el desarrollo de capacidades en las comunidades que formulan sus proyectos y se hacen responsables de su ejecución.