Edas Rivera, es un minero que se dedica a procesar broza que contiene minerales como oro y otros metales en la comunidad de San Juan Arriba en el municipio de El Corpus, Choluteca. Edas se dedica a esta actividad perteneciente al sector de la minería artesanal y pequeña minería de oro (MAPE) desde hace muchos años y este ha sido el medio de vida para el sustento de su familia.

Al igual que Edas, existen alrededor de 1,300 personas en la zona que se dedican a las actividades de la MAPE en El Corpus; a nivel nacional son aproximadamente 2,500 personas las que se dedican a esta actividad de manera informal.

La MAPE es después de la quema de combustible fósil, la mayor fuente de emisión de mercurio en el mundo; de acuerdo a una investigación realizada en Honduras en el año 2016 por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MI AMBIENTE+) en coordinación con el Instituto Hondureño de Geología y Minas (INHGEOMIN), por cada kilogramo de oro que se produce en la MAPE, se liberan aproximadamente 5 kilogramos de mercurio al ambiente. A manera de ejemplificar, un gramo de mercurio que se libera al ambiente, puede contaminar un lago de 8 hectáreas.

La exposición al mercurio o azogue como es conocido por los mineros puede causar graves problemas a la salud ya que es una neurotóxico que afecta al cerebro y repercute negativamente en la persona, con afectación en la coordinación de sus movimientos, daños a los riñones y otros órganos blancos, el daño neurológico es irreversible.

Es por ello que en un esfuerzo conjunto entre la Secretaría de Salud y la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Mi Ambiente+) a través de su proyecto Gestión Ambientalmente Racional del Mercurio (Proyecto GAR de Mercurio), financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) y con apoyo en su implementación por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desde el año 2017 conduce un estudio de la exposición de mineros y miembros de sus familias al mercurio por su uso en el proceso de recuperación de oro.

El estudio se llevó a cabo bajo el nombre de “Evaluación de la exposición e intoxicación por mercurio en la zona minera artesanal de El Corpus, Choluteca”, el mismo fue desarrollado por un equipo multidisciplinario integrado por las autoridades de Salud del nivel local y departamental, Centro de Investigación y Desarrollo en Salud Trabajo y Ambiente (CIDSTA SALTRA-UNAH), MI AMBIENTE+  a través del Centro de Estudios y Control de Contaminantes (CESCCO) y liderado por el Proyecto GAR Mercurio. Este estudio consideró el análisis de muestras de cabello y orina como indicadores de exposición al mercurio.  El estudio en su fase final contempló la socialización de los resultados con los participantes del mismo, como compromiso ético en la investigación.

Al finalizar el estudio en el 2019, un equipo multidisciplinar liderado por un médico comunicó a los participantes de manera sencilla y comprensible, los resultados de análisis de mercurio, así como las orientaciones médicas sobre las implicaciones de sus resultados y las medidas de prevención y buenas prácticas a considerar al exponerse a mercurio, un aspecto importante en la comunicación de riesgo a poblaciones expuestas.

“Con esta actividad se logró empoderar a las autoridades sanitarias del nivel local y departamental en el proceso de socialización de los resultados, así como establecer el compromiso para acciones de seguimiento como ente rector en materia de salud” menciona Pablo Rodríguez, Coordinador del Proyecto GAR Mercurio.

El proyecto GAR Mercurio busca la reducción del uso de mercurio en tres sectores prioritarios: ambiente, minería artesanal y a pequeña escala de oro y en el cuidado de la salud, implementando varias actividades pilotos relacionadas con el manejo y reducción del mercurio. A la fecha en el sector minería se ha logrado la reducción de 4.4 toneladas por año de mercurio procedente de la MAPE en la comunidad de El Corpus, Choluteca a través de la aplicación de la regulación nacional. Por otra parte,  en el sector de la salud, se ha logrado la reducción de 66 kg de mercurio a través de la suspensión de compras de dispositivos médicos y almacenamiento temporal seguro de desechos de mercurio cumpliendo con buenas prácticas ambientales.

Este tipo de estudios evidencia la importancia del trabajo multidisciplinario entre salud y ambiente a beneficio de las poblaciones más vulnerables y se genera evidencia científica en torno a la exposición al mercurio, y su gestión ambientalmente racional, en cumplimiento con las disposiciones del Convenio de Minamata en su artículo 16, y en congruencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 y 8.